ENERO. Trucos para acelerar el crecimiento de TUS PLANTAS
Cuidar plantas es un pasatiempo lleno de recompensas, que te permitirá aprender a respetar los tiempos de la naturaleza, adquirir paciencia y disfrutar de cuidar de un ser vivo; aunque seamos sinceros: hay momentos en que quisiéramos ver los resultados de nuestros cuidados de inmediato. El problema es que cada planta tiene su propio ritmo, necesidades y ciclos que deben entenderse; de hecho, si alguien te promete que hay un abono o truco para acelerar el crecimiento de las plantas de forma exponencial, te está timando. Sin embargo, si que existen ciertos consejos que pueden ayudarte a optimizar el ritmo de crecimiento de tus plantitas. Digamos que no crecerán más rápido, sino menos lento.
Mi planta no crece, ¿Qué hago?
Muchas veces la gente cree que su planta no está creciendo, cuando la verdad es que está creciendo aún más lento de lo normal porque no está en las condiciones adecuadas, que estimulen y garanticen su desarrollo. Para que una planta se estire, crezca y prospere necesita vivir en una atmósfera perfecta, que recree en lo posible las condiciones atmosféricas de su lugar de origen. Esto no quiere decir que debes crear una selva amazónica en la mitad del salón (aunque si quieres hacerlo, eres libre, no te juzgamos y te apoyamos) sino que debes proveerle las condiciones necesarias para que sienta deseos de crecer: humedad, riego, exposición solar, entre otros.
Por esta razón muchos consejos y trucos para acelerar el crecimiento parecen obvios, pero buscan asegurar que estés ofreciendo a tus plantas todo lo que necesitan. Si vives en una zona continental, con estaciones bien definidas y un clima más bien fresco o frío, es probable muy que las plantas de interior, que suelen ser originarias de países tropicales, no tengan muchas ganas de crecer o que entren en una suerte de periodo de hibernación. Pero no te desanimes, pues algunos de estos trucos están orientados a hacer que esas plantas que provienen de climas cálidos comiencen a sentirse a gustito y estiren sus ramas.
Los trucos para acelerar el crecimiento
– Usa macetas de plástico negro
Te parecerá un consejo simple, pero las macetas de plástico son ideales para aumentar la temperatura del sustrato que alberga raíces o semillas. El plástico tiene la tendencia a almacenar el calor por mucho más tiempo. El color negro además absorbe mejor el calor, así que ayudará a mantener una buena temperatura.
– Usa abono y fertilizante
Muchos pensamos que no hace falta abonar o fertilizar las plantas, porque se usa un sustrato de buena calidad o similares; pero la verdad es que la tierra pierde poco a poco sus nutrientes y minerales, aún más en macetas que se riegan y se renuevan con poca frecuencia. Es por ello que se hace necesario usar abonos y fertilizantes. Yo sé que es tentador y sencillo usar sólo abonos naturales, como el hummus de lombriz que además equilibra la carga bacteriana del sustrato; pero no debes tenerle miedo a los fertilizantes. Un buen fertilizante puede fortalecer tu planta y le proporcionará todos los nutrientes que necesita. De hecho, hay quienes recomiendan tal o cual marca porque “es milagroso” y no hay tal milagro, sólo que al fin la plantita recibirá todo lo que necesita para hacerse grande y fuerte.
– Germinación express
Si tienes unas semillas que quieres ver crecer de inmediato, utiliza un truco muy simple y ecológico. Guarda uno de esos contenedores plásticos transparentes, que se cierran apretando los extremos y que cuesta un poco abrir. Con un elemento puntiagudo (un palillo de madera grueso, un clavo o similar) abre huecos en la tapa para que fluya el aire. Llena la parte inferior con sustrato universal y planta tus semillas. Rocíalas con un aspersor de agua y cierra la tapa. Déjalo en un lugar donde le dé el sol. El contenedor funciona como un invernadero y hará que las plantitas broten mucho más rápido, pues les proporciona un ambiente cálido y húmedo.
– Prefiere fertilizantes líquidos
Los fertilizantes líquidos actúan más rápido, se absorben con facilidad y son excelentes para esos casos de “emergencia”. El lado negativo es que requieren aplicaciones más frecuentes y debes ser muy cuidadoso con cantidades, frecuencias y concentraciones, pues si te pasas de la dosis recomendada puedes causar quemaduras en tu planta y matarla.
– Busca plantas de crecimiento rápido
Hay especies que se demoran años en crecer y florecer, mientras que otras se ponen inmensas sin que te des cuenta. Si eres impaciente, prefiere esas especies que se desarrollan al ritmo de tus ideas. Flores como la caléndula, cosmos y Vinca. ¿Quieres plantas que puedas usar en la cocina? Ve a por el cebollín, rábanos, lechugas, menta, lavanda, romero y albahaca. Para plantas ornamentales, el potos, la planta mariposa, tradescantia, hiedra y bambú.
– Trasplanta cuando sea necesario
Compré una Calathea Triostar guapísima, pequeñita, con unas hojitas de 5cm. Luego de unas semanas la trasplanté al jardín, directo al suelo. Ahora las hojas de mi Triostar miden unos 30 cm y no, no estoy exagerando. El tamaño de la maceta determinará el espacio que tiene tu planta para expandir las raíces y seguir desarrollándose. Si la planta ha crecido, sus raíces están hechas una bola en su maceta y sobresalen por debajo y por encima, no habrá forma de que siga su desarrollo, ni siquiera tendrá sustrato suficiente para alimentarse. Cambia con cierta regularidad la maceta de tu planta, aprovecha para renovar el sustrato y dale espacio para que sea quien quiere ser.
– Cuidados básicos
Una planta feliz es una planta que crece radiante. Cuida los básicos: riego, luz, humedad y fertilizante. Si tienes esos detalles bajo control, tienes una buena parte del camino recorrido para garantizar que tu plantita estire sus raíces y sus ramas hasta alcanzar el cielo. No olvides airear el sustrato de vez en cuando con un palito (los desechables de madera que usas para el sushi son geniales), teniendo cuidado con las raíces y limpiar las hojas si se llenan de polvo.