Febrero mes del amor, hablemos de rupturas y divorcio ¡¡Yei!!
Apenas estamos a mediados de enero y 2023 pinta para ser el año de los escándalos, vamos a decir, musicales. En sólo una semana Shakira barrió con su ex y Miley canta a los cuatro vientos que ha superado su matrimonio. Las redes sociales se dividen entre aquellos que festejan el amor propio y la venganza al más puro estilo de Paquita la del Barrio.
Por asombroso que parezca en Twitter salieron los hombres a defender a los hijos de Shakira por el indecoroso comportamiento de su madre (por quemar públicamente a su progenitor) mientras que las “feministas” claramente se pusieron del lado de la de la tercera en cuestión. Así que como se pueden imaginar me he dado una divertida paseándome por las redes sociales donde los internautas defendían a uno o a los otros desde su trinchera virtual.
En medio de este chisme, claramente me podía imaginar a Lupita D’alesio y a Paquita con una copa de Martini en la mano carcajeándose frente a su computadora mirando el video de Shak (- así le decimos los cuates). Mientras recuerda sus mejores años en el medio del espectáculo tirándole duro y a la cabeza a varios caballeros. Hasta me las imagino diciendo en voz alta “Ternurita”.
Pero seamos realistas, las canciones de desamor y de dulce venganza no son nada nuevo, así como las canciones de amor, estas estas suelen ser un hit especialmente cuando se trata de una pareja mediática. Sino me creen, pregúntele a Taylor Swift, Blake Shelton, Lupita y hasta a Pandora.
Ah, pero de todo esto me quedo con la frase “Las mujeres ya no lloran, las mujeres facturan”. La cual me recuerda aquella icónica es escena de la película “El Club de las Divorciadas” donde Ivanna Trump hace un cameo donde les dice a Goldie Hawn, Diane Keaton y a Bette Milder: “Don’t get mad, Get everything”.
– ¿Acaso puede existir una mejor venganza contra los infieles?
Y es que según dicen los expertos el problema no es que sean infieles. El problema es que traicionan la confianza. Incluso en el círculo swinger donde intercambiar parejas sexuales es parte de la dinámica. El problema no es que se revuelquen a otro, el problema es que es que la pareja no estaba presente y no tenía idea de los hechos.
En el caso de la colombiana puedo totalmente simpatizar con ella una cosa es que se revuelquen a su a su pareja y otra es que literalmente se metan hasta su cocina. – ¡Qué onda con la vieja comiéndose la mermelada!
Aquí tengo que citar a una compañerita; cuyas pantaletas sufrían el efecto de la gravedad cada vez que un hombre le sonreía coquetamente, quien sonriente solía decir “¿quién no se ha comido a un casado?”. Para luego continuar diciendo “la clave está en no perjudicar a terceros”. “Después de todo las damas tampoco tenemos memoria”. Su cinismo me parecía de lo más divertido.
Volviendo al tema de la ruptura y de los divorcios. Platicando el chisme alguien me dijo “que qué sabía yo de divorcios si nunca me había casado”. a lo que tengo que aclarar que yo soy absolutamente alérgica al divorcio y como cualquier persona alérgica; consciente, evito el origen de mi alergia o sea el matrimonio.
Siendo hija de padres divorciados, viví de primera mano el drama que una separación de este tipo genera. Además, debo mencionar que me ha tocado ser el apoyo moral de más de un divorciado. Que aquí entre nos, se pasaron de “buena gente” y no sé si es por culpa o porque de verdad aman tanto a sus hijos. El caso es que estos individuos cedieron hasta los calcetines en el amistoso acuerdo de separación, sin importar de quien fue la culpa.
Yo desde mi trinchera; obviamente siendo quien soy, hubiera dejado la viej@ en calzones. Pero yo soy yo y a mí me gusta ver correr sangre. Sí, el lado oscuro de la fuerza corre por mis venas y me llevo de huevos con él.
Por eso, aunque la gente crea que los acuerdos prenupciales son una ridiculez propia de Hollywood. Yo opino lo contrario y creo que son absolutamente necesarios. Hay que poner sobre el papel las consecuencias o el precio que van a tener que pagar por hacer X, Y o Z. Para que piensen dos veces si vale la pena llevar a cabo X, Y o Z y esto va para las dos partes involucradas.
Entiendo claramente que nadie firma un acta de matrimonio pensando en terminarlo. Sin embargo, también tengo claro que nadie lee el código civil antes de firmar un acta de matrimonio. A ver señores, señoras, señoritas, señoritos y todos los demás (- disculpen ustedes mi incongruencia, pero ya me jalaron las orejas por no ser incluyente. Aunque eso signifique hablar español con las patas) seamos realistas, el matrimonio es un contrato.
Un contrato y como cualquier contrato comercial, establece obligaciones, derechos, sanciones e indemnizaciones para la parte que viole los términos del contrato. – ¡Así que no me voy a disculpar por mi cinismo! Porque yo sí leí el dichoso código.
Sólo que los detalles de este contrato están descritos en un código de derecho civil. Que nadie se toma la bendita molestia de leer y se vienen a enterar de estas insignificancias cuando el abogado de divorcio se la se las platica.
– Y por esto yo opino que todo aquel que quiera entrarle a esto del contrato matrimonial tiene todo el bendito derecho a hacerlo. Si las dos partes están de acuerdo qué importa, sí se trata de hombre y mujer o de dos mujeres o de dos hombres o dos elles. Al final son dos humanos firmando un contrato de mutuo acuerdo y en el ejercicio de su libre albedrío. A los demás que nos importa, es su vida y pueden hacer lo que se les dé la gana.
– También por lo anterior yo solo firmo actas de matrimonio como testigo. El matrimonio es un contrato que nadie me ha convencido de firmar.
De regreso a las separaciones amorosas. – perdonen ustedes, pero de pronto divago a gusto. A ver todos hemos pasado por rupturas, unas más difíciles que otras (especialmente cuando uno aprende a amar hasta los defectos del humano en cuestión). La ruptura de una relación amorosa se siente pinche. No importa que tan piojo este el individuo, según tus amig@s. – Porque es el deber de tod@ amig@ abrirte los ojos sobre el aspecto de cucaracha que tiene tu ex. Lo que pasa es que las hormonas te lo disfrazaban de “Prince Azul” por eso no te diste cuenta 😉.
No solo el corazón se te rompe – metafóricamente hablando, se te cae el plan de vida que tenías. (Recuerda el corazón no siente y cuando siente es un infarto). Aunque tu plan solo hayan sido sueños guajiros en tu cabecita llena de neuronas borrachas de oxitocina.
Información importante directa del libro de fisiología, pero platicada: la oxitocina es una hormona que se libera durante el orgasmo y el parto. En el caso del parto esta hormona es super importante. No solo porque hace que se contraiga el útero para expulsar al humano que llevas dentro (literal) sino porque es la responsable de que veas lindo a dicho humano (que sale todo hinchado y embarrado de líquidos, que de verdad no quieres saber que son). Como pueden deducir la “Oxi” también es la responsable de que veas hermoso al humano que te provoca los orgasmos y desarrolles apego al mismo. -También conocido como en-culamiento. – Ojo, amar es una decisión consciente que uno toma después de un muchos y excelentes orgasmos.
Por eso cuando les falta la oxitocina a tus neuronas, estas agarran un síndrome de abstinencia de no mms… igual que cualquier adicto necesitas de su dosis. Solo que la dosis ya se la están administrando a otro humano…¡te guste o no! Porque rara vez una persona termina contigo para estar solo y dedicarse a ser monje tibetano y vivir en celibato.
Ya me voy a desviar otra vez del tema, pero tengo que contarles. Según un estudio de una super importante universidad – y sí me refile todo el articulo completo. El síndrome de abstinencia post ruptura también se debe a una serie de proteínas que están en el semen, cuya única función, es propiciar la monogamia en la hembra humana. Que disque estas proteínas tiene fines evolutivos para asegurar la sobrevivencia de la especie ya que los cachorros humanos (- amo este término del Libro de las Tierras Vírgenes) son los más frágiles del planeta. Conclusión usen condones si quieren sufrir menos las rupturas. No olviden, que si no van a usar condones pedir pruebas negativas a enfermedades sexuales. Caras vemos bichos no sabemos. Y no olviden el artículo que les menciono. Para que luego no digan que la Sofi, no les advirtió de las consecuencias de no usar condones.
De regreso al tema. Una vez superado el síndrome de abstinencia las neuronas se dan cuenta de que no es para tanto. ¡Con ustedes el ego! Como la memoria es medio atarantada, se aferra a los buenos momentos. Por lo tanto, el villano de la película es el nuevo modelo. “Yo soy el Lamborghini de esta relación…fallida”
La realidad es que cada quién tiene la pareja para la que le da la vida, las neuronas y el ego. A veces simplemente pasa que crecemos en direcciones diferentes y dejamos de llenar las expectativas del otro humano.
Unos necesitan ser siempre el héroe en la relación. Por ejemplo: A mi ex favorito, le gustaba cambiar los focos de mi departamento. Nada lo hacia sentirse más necesitado que cambiar mis focos. Les podría mentir y decirles que todo cambió cuando compré el maldito banco que me permite cambiar mis propios focos. ¡Pero no! Hubo otros factores.
Después del dolor y la negación (¡pinche bocho!), viene la aceptación y por último la superación de la ruptura. Aquí debo de aplaudir a Miley cuando dice “no hay arrepentimientos ni rencores” – A otra cosa mariposa, el pasado es eso tiempo pasado. Recuerden que el “hubiera” no existe. Hubiera es el tiempo perfecto del verbo ya me chingué.
En mi muy particular experiencia. Sí, te vas a lanzar de cabeza por un humano, habla con él. Expresa claramente tus expectativas, tus planes, dile pa’ donde vas, que si puedes aguantar y que no. De esta manera si los planes y las expectativas cuadran. ¡Lánzate de cabeza! ¡Salta con él al vacío, pero tomados de la mano! Solo toma en cuenta que no hay garantías, pero hay menos probabilidades; después de esta charla, de error y recuerda firmar un prenupcial. Bueno en México; sino me equivoco, se llaman capitulaciones. ¡cómo se llamen fírmalas antes de firmar el acta de matrimonio!
– No seas una Paquita, se una Miley.
Nota del editor: Nuestra columnista sigue soltera y sin compromiso. Aquí entre nos, parece que no tiene para cuando “sentar cabeza”. Especialmente porque su idea de vivir juntos es comprar un departamento cada uno, en el mismo edificio y tiene muy mal despertar. Pero no perdemos la esperanza de verla firmar un acta de matrimonio…algún día.