Sobre Independencia, dignidad, banderas y esas cosas importantes.

Independencia, generalmente nos lleva a pensar en patria, herencia de antepasados, libertades adquiridas, fiesta, y tequila. Pocas veces pensamos en la verdadera libertad, que significa el aceptarnos tal como somos, y salir a conquistar al mundo.

En México, decir septiembre, equivale a decir Independencia.

Banderas, desfiles, papelitos verde, blanco y rojos, chiles en nogada, himno nacional y todas esas cosas que, como herencia de nuestros antepasados y nuestra historia, tenemos la dicha de poder festejar año tras año. Desgraciadamente, es una conquista que, de pronto y con una rapidez asombrosa, estamos en riesgo de perder, sin que muchos hagan algo para evitarlo.

Y es que es muy fácil de dejar ir, lo que no nos cuesta trabajo obtener, pues en nuestra mente, “si ya nos lo dieron una vez, seguramente si lo pierdo, lo volveré a recibir”. Pensamos que nos corresponde, es nuestro y de una forma u otra, lo vamos a tener siempre.

No es así, y muy pronto podrías experimentar en carne propia las consecuencias de perderlo, pero hoy quiero que hablemos de la verdadera Independencia.

Seguro que has conocido personas verdaderamente libres, independientes y no en el sentido de no tener que depender de nadie, sino al contrario. Son personas que viven en comunidad con otros, emparejados, matrimoniados, parte de una sociedad en la cual respetan reglas, pero que en ningún momento hablan, ni dan la impresión de ser o sentirse oprimidos, ni apabullados por tener que cumplir reglas de convivencia, ni en su vida personal, ni en los grupos en los cuales han decidido pertenecer y convivir, incluyendo las empresas donde colaboran, cuando no trabajan por su cuenta.

Son gente verdaderamente independiente, que disfruta tanto tener mucho, como disfruta tener lo suficiente. Que disfruta lo mismo estar en un gran grupo conviviendo que disfruta su soledad, disfruta el matrimonio o disfruta la soltería.

Gente que sabe disfrutar.

Y me puse a pensar en aquellas cosas que muy probablemente influyan en esas personas y les permitan disfrutar en verdad de esa independencia que perecería que todos estamos buscando. Muchos, sin resultados.

A ver qué te parecen:

Busca lo que quieres y lucha por ello. Sin obsesiones. Sin límites.

Seguramente tienes un gran sueño, que has querido cumplir desde hace algún tiempo. Un sueño grande, que estas segurísima que puedes lograr “en el momento oportuno”. Ese momento que esperas que llegue cuando menos lo esperas como un gran regalo de la naturaleza, la sociedad o Dios. Y rezas cada mañana, y haces tu “árbol de los sueños” en el que tienes reflejadas todas las cosas que deseas alcanzar como invocando que algo o alguien intervenga. Claro que tu mente es algo maravilloso, que finalmente será la que te impulsa a alcanzar esos sueños, tus objetivos o como desees llamarles. Solo que nada, en verdad nada va a suceder, si no haces algo. Hacer significa poner manos a la obra. Activarte, moverte, llamar, negociar, sacrificar, vender para comprar, en fin. ¡ACTUAR!

He conocido algunas personas que se obsesionan tanto con eso que quieren lograr, que esa misma obsesión se vuelve su peor obstáculo para lograrlo. Actúa, con ahínco, sin límites, pero sin obsesiones.

Acepta que la vas a regar más de una vez. Y está bien.

De una vez te lo digo. En este empeño por lograr aquello que sueñas y buscas, seguramente vas a hacer algo mal. No solo una vez, muchas veces.

Está bien que así sea. Esos errores, metidas de pata, fracasos en el camino, son recordatorios de que no todo lo que tenemos en mente, se va a traducir a la perfección a la hora de ponernos a trabajar. Si algo sale mal en tu primer intento, por más malo que sea, detente, tranquilízate, analiza la situación e inmediatamente detecta qué es lo que estuvo mal. Todo lo que puedas hacer mejor e impleméntalo de inmediato. No te detengas.

Los errores, cuando los analizamos y pasamos sobre ellos en un nuevo intento, se vuelven joyas que debemos atesorar y nunca olvidar. Son pequeñas herramientas para el resto de la vida.

Quiérete. Mucho.

Yo siempre he dicho que todos debemos de tener un gran espejo para mirarnos. ¿Tienes uno?

Ponte frente a el, admírate, así, todo chamagoso o impecablemente vestida y di a ti mismo o a ti misma lo mucho que te quieres. Así, con una gran sonrisa, mirándote a los ojos. Observa primero todo tu exterior y ve apreciando todo lo que tienes. Tus ojos, tu sonrisa, tu cabello, tu piel tersa o tus arrugas, tus pecas y cada uno de tus lunares, tu panza o tu six pack. TODO.

Y luego, observa lo que eres. Aplaude todos y cada uno de tus conocimientos adquiridos, regocíjate con tus habilidades, todo lo que a través del tiempo, has podido aprender y que, muy probablemente, te permite vivir como vives hoy. Tus sentimientos. ¿Que tantos de esos buenos sentimientos has llevado a la práctica? Recuerda a la gente que has ayudado, recuerda a quienes te hay apoyado. Todo esto, es parte de ti.

En muy poco tiempo, te darás cuenta de que eres maravilloso.

Y siempre vas a encontrar algunas áreas en las que vas a descubrir que debes de trabajar. Haz algo, no las dejes en el olvido. Las necesitas y nadie, nadie, puede hacer algo para corregirlas o para mejorarlas. Solo te corresponde a ti.

Los cambios generan algo bueno. Siempre.

Voy por mi sexto cambio de casa. Soy alguien que piensa que los cambios, siempre traen algo bueno. Esa emoción de llegar a un nuevo entorno, nuevas personas por conocer, nuevos retos y la gran emoción de “armar” tu nuevo hogar, me hacen emocionar cada vez.

Y lo mismo sucede con los cambios de vida. Cambiar de soltería a matrimonio. De vivir sola a vivir con roommates; de vivir en casa a vivir en departamento. Cambiar de trabajo para continuar creciendo, en fin, los cambios pueden ser de cualquier tipo y generalmente, nos van a traer algo muy bueno. Por lo menos, la oportunidad de experimentar algo que nunca en la vida hemos vivido. No dejes de aprovechar las oportunidades que te da la vida de experimentar el cambio. Es indispensable para lograr tu verdadera independencia.

Y los cambios, no siempre son alegres, bonitos. En ocasiones son cambios duros, tremendamente trágicos o desconsoladores y aun siendo así, significan oportunidades de crecer y abonan a nuestra independencia. No le temas al cambio.

Abre tu mente. Lo más que puedas.

Hace muchos años, en un mundo sin redes sociales y sin tantos medios para comunicarnos, quizá era mucho más sencillo tener una mente estrecha, pequeña, ridículamente obtusa y sin posibilidades de expandirse.

Hoy, el ritmo de la vida nos ha llevado a tener la necesidad de abrir nuestra mente en todos los sentidos, a fin de poder simplemente sobrevivir.

Hoy, quien no cuestiona creencias es quizá porque no ha leído suficiente. Quien se ofende porque alguien piensa diferente, está condenado a verse confinado en un pequeño mundo que pocos van a querer visitar. Abrir la mente es una necesidad cada vez mas importante que debemos de cubrir, conscientemente, para caminar rumbo a nuestra propia independencia.

No te encierres. La vida es efímera y desgraciadamente, cuando te des cuenta de ello, será demasiado tarde. Que no te gane la vida. Deja entrar a aquellos a quienes no comprendes simplemente porque son diferentes a ti, porque piensan o tienen gustos diferentes a los tuyos. Si te acercas, podrás comprender sus porqués y descubrirás que en el fondo, son idénticos a ti, pero con algunas peculiaridades que incluso te pueden enriquecer.

Hace muchos años, un gran amigo a quien aún quiero mucho, después de una comida con su esposa, me dijo que no podíamos tomar un café solos, porque el sacerdote les había dicho que debían de alejarse de los amigos solteros y concretarse a otras parejas. Ese día, fue el último que lo vi. Una gran pérdida para mi (seguramente no para él) simplemente por no abrir su mente y ponerla a trabajar con independencia de un sacerdote estúpido con prejuicios propios.

Tu mente, es uno de tus mayores tesoros. Cuídala, aliméntala, protégela y ABRELA para que pueda alimentarse y ser independiente, libre, viva.

Acepta que la opinión más valiosa sobre tu persona, es la tuya. Todo el tiempo

Para tener tu propia opinión, debes tener muy claros tus principios, tus valores, tu pasado, tu presente y tus aspiraciones a futuro. Debes de escucharte y, quizá lo más importante, debes escuchar con atención a los demás.

Porque fíjate que tu propia opinión sobre ti mismo, la vas a formar teniendo en cuenta todo aquello que es importante para ti. La opinión de tus padres, amigos, jefes, todos los que te quieren… y también de aquellos que quizá, solo quizá, tienen algo contra ti. Podría haber alguna verdad escondida que debes tomar en cuenta, para entonces sí, formar tu propia opinión sobre cualquier tema, y tomar decisiones sobre cualquier situación, les guste o no les guste a los demás.

Y entonces, esa independencia que te brinda el sentirte segura de quien y qué eres, te permitirá ir por la vida en total independencia, sin limitaciones, aceptando a blancos, negros, amarillos, altos, gordos, bajos, heteros, gay, creyentes, no creyentes, simpáticos y antipáticos lindos y horribles, aprendiendo y disfrutando las diferencias.

Recuerda que solo tenemos esta vida, y ayer, nunca volverá. Nunca.

Y todo esto es importante ponerlo en práctica ya, hoy mismo, porque en verdad podría hacer una gran diferencia en tu vida.

Y esta vida es tan frágil, tan pequeña, tan minúscula que tenemos que explotarla y disfrutarla cada microsegundo. No hay, literalmente no hay, tiempo que perder. Si piensas que la independencia de México es un evento relevante en nuestra historia, en la historia de tu vida, imagina la relevancia que tiene el que logres TU independencia personal.

Vivir sin fronteras, pero dentro de una sociedad, con tus propias reglas, pero respetando tu entorno y a tus compañeros de sociedad y de vida; con tus propios pensamientos, ideas, sueños, compartidos con todos a tu alrededor.

Anda, te invito a que trates. Hoy!

Quizá si pensamos un poco en estos puntos, podamos generar nuestra propia Independencia, y llevarla hasta donde queramos. Sin prisas, sin remordimientos, sin cargas extras.

Sobre todo, hay que tener en cuenta que esa llamada que ibas a hacer ayer a tu hija, esa visita a la tía enferma, ese pequeño regalo que ibas a hacer ayer a quien lo necesita, si no lo hiciste en su momento, aunque nunca es tarde, en algunos casos si lo será. Demasiado tarde.

Que tu Independencia, no signifique desapego, ni olvido, ni desorden, ni irresponsabilidad, sino que sea vista como una gran cualidad que muchos deseen imitar.

Gracias por leerme. Me encantaría recibir tus comentarios aquí abajo y, si te parece, que compartas esta columna con tus contactos.

JoséLuis

Soy alguien enfocado en el crecimiento de las personas, desde mis inicios en la Organización Up with People/ Viva la Gente, hasta mi paso por empresas como General Motors de México y Novartis Farmacéutica y la fundación de mi empresa Human Links-Enlaces Humanos. Impacto en quienes me solicitan apoyo, a través de la asesoría o “coaching”, el entrenamiento vivencial, la capacitación y las conferencias. Escribo en algunas revistas y soy también Asesor Inmobiliario Certificado y cocinero aficionado.

6 Comments

  • cuauhtemoc kamffer
    2 años ago

    Independientemente de quien lo diga felicidades

  • Ariana Beristain
    2 años ago

    Me encanta leerte tanto en lo profesional como en tus anécdotas personales en tu vida diaria.
    Esta vez, me identifique con algunos párrafos.

    • JoseLuis Gonzalez
      2 años ago

      Muchas gracias por leerme Ariana! qué bueno que haya identificación con mis ideas y puntos de vista. Te agradezco que me lo compartas.

      • Erika
        2 años ago

        Lo que necesitaba leer en este momento gracias por tus palabras
        Y felicidades

        • JoseLuis Gonzalez
          2 años ago

          Erika, muchas gracias por leerme y por tu comentario, Siempre es muy valioso saber a para alguna lectora o lector, el texto fue valioso. Saludos!

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