¿Quizá puedes evitar la depresión?
Es un hecho. Los efectos del confinamiento y todos los sentimientos asociados con vivir una pandemia, se están comenzando a notar. En todo el mundo, se pronostica que muchos, requerirán ayuda profesional. ¿Quizá puedes hacer algo antes? Aquí algunos comentarios.
¿Quizá puedes evitar la depresión?
Es un hecho.
Ahora que parece que el covid se está alejando lentamente y, con muchos cuidados, nos está permitiendo poco a poco volver a una vida cercana a lo que antes considerábamos “normal”, cada día encuentras en internet nuevos estudios, de todo el mundo y de variadas instituciones, que indican que – obviamente –, se están descubriendo las muchas consecuencias que el confinamiento ha tenido en todos nosotros, aunque especialmente en adolescentes y niños.
El temor, la falta de entendimiento de las dimensiones del problema, el alejamiento de nuestros escenarios habituales, la sobreexposición a los equipos electrónicos, como el teléfono, la computadora, la tablet, y tener que convivir 24/7 con nuestros seres queridos; o por el contrario, la soledad y aislamiento para algunos, resultaron ser igualmente peligrosos para nuestra salud, física y mental. Millones de personas, de todas las edades, requerirán apoyo profesional para volver a la normalidad.
Y ¿cómo no estar afectados, si por esas circunstancias, dejamos de hacer cosas que disfrutamos y nos tocan el corazón?
No es lo mismo llorar en solitario que tener que llorar rodeado de esposo, hijos y otros parientes o compañeros de departamento las 24 horas, y nos concentramos en trabajar y trabajar, además de escuchar noticias, no precisamente alentadoras, sobre la situación de nuestro país y el mundo
Es muy probable que hayas notado en algún momento, cambios en tu estado de ánimo o en de algún ser querido, sin saber porqué. Cambios sutiles, imperceptibles, pero que acumulados, de pronto pueden caerte como un balde de agua helada, o como un bloque amarrado en los pies que te impide moverte. Quizá has encontrado, cambios dramáticos en la personalidad, el comportamiento, los hábitos. Tuyos y de otros.
Si te pones a analizar lo que ha sucedido, vas a comprender lo que te está pasando.
Aunado al encierro, el actual ambiente político ha hecho que muchos de nosotros estemos viviendo con sentimientos encontrados sobre el rumbo del país, pues – dependiendo de tu orientación partidista – es probable que encuentres que las noticias no son muy buenas.
Por otro lado, y sin pensarlo, quizá has dejado de lado las pequeñas cosas que te dan vida, no solo durante la pandemia, sino todo el tiempo. Escuchar tus canciones favoritas a todo volumen en tu casa; canciones con significado, o simplemente música que te llena el alma… sin audífonos; llamar por teléfono a quienes te despiertan la alegría, sin tener quien escuche todo el tiempo; explorar por Facebook las vidas de tus seres queridos, simplemente para saber que están bien. Volver a tus rutinas y espacios habituales: escuelas, gimnasio, oficina. Cosas tan simples como ver vídeos que te hacen llorar de alegría (literalmente).
Has tenido que lidiar, probablemente, con algunas muertes de gente querida y cercana, con enfermedades, de otros y propias y para algunos, la economía está temblando. Algunos tienen deudas que no han podido pagar, posibilidad de perder el trabajo o.… ya lo perdieron. Alguien me dice: troné con mi pareja. ¿Algo más?
Has dejado de hacer cosas que te llenan el alma, y las malas noticias han sido muchas.
Y ¿QUÉ PUEDO HACER PARA PASAR ESTE BACHE EMOCIONAL QUE ME ESTÁ DOLIENDO TANTO?
Si has llegado al momento en que no sabes como controlar tus emociones, o estás actuando de formas muy diferentes a las habituales, no dudes en buscar ayuda profesional.
También debes de explorar en busca de la normalidad. Quizá es momento de irte a tu rincón favorito, o a un café – con la debida protección – y comenzar a leer alguno de los muchos libros que tienes ahí, esperando que les llegue el día de ser abiertos; o ¿qué tal cocinar.? Crear algo rico, aunque no sea “gourmet”, te satisface y te brinda ese sentido de logro que todos necesitamos. Si no lo has hecho, reúne a tu familia y comiencen a organizar todo lo que el confinamiento desorganizó en el hogar. Y ¿qué tal hacer una lista y ponerte en contacto en vivo con cada una de esas personas especiales en tu vida? Quizá hay alguien entre ellos para quien tu llamada sería una salvación.
Es hora de hacer tu mejor esfuerzo para comenzar a volver a TU normalidad, cualquiera que esta sea. Aproximadamente a un año de habernos confinado por la pandemia, cuando la mayoría predecía que nunca volveríamos a tener una vida normal, escribí un texto que se llama “El abrazo que viene”, haciendo referencia a que, en algún momento, tarde o temprano, la normalidad volvería.
Ese momento se está acercando y, como ves, hay muchas cosas simples, pero positivas que podemos comenzar a hacer para que nuestra vida personal, nuestro espíritu, también retome la normalidad.
Debes buscar volver a ser, la persona que te gusta ser. Ese “tú” con el que te sientes agusto,
Si en estos momentos, tienes a alguien junto a ti que te hace reír, gritar, te hace enojar, te apoya, te apapacha y te hace sentir la mejor persona del mundo, y además te da tu espacio durante el día, eres afortunado. Me refiero a tu pareja, pues es clave en estos momentos. La familia seguirá siendo siempre un apoyo invaluable.
Y los amigos. Amigos de antaño que saben serlo, que andan por ahí, que de pronto dan señales de vida y te recuerdan algo que sucedió hace 10, 20, 40 años. Amigos con los que puedes reír y disfrutar el momento. Amigos cercanos, esos que notan los cambios en tu vida, sin hablar, solo observándote y corren a ayudar.
Debo ser realista. En estas épocas, es muy fácil dejarte ir con la corriente de quienes sienten que está todo mal, y de pronto puedes encontrarte en el “club de los desdichados”, quejándote de todo lo que sucede. No dejes de escucharlos y cuestionarlos y cuestionarte, pero no te dejes involucrar en los problemas, sentimientos, puntos de vista de otros.
Todos los políticos transa, la gente deshonesta, los amigos que demostraron que no lo son, las frustraciones por no tener tu espacio y el tiempo para dedicarlo exclusivamente a tu persona, pues estás rodeado de gente las 24 horas, y muchas más cosas que han estado sucediendo los últimos dos años, no pueden ser lo mas importante en tu vida. Lo mas importante en tu vida es aquello – personas y eventos- que te hacen sentir bien. Y hoy, es el momento de buscarlo nuevamente, hasta encontrarlo.
Y te reitero. Si sientes que tú solo/sola no puedes, busca ayuda profesional.
Y ya, tantán.
Gracias por leerme y como siempre agradeceré mucho tus comentarios aquí mismo.
JL
cuauhtemoc kamffer
3 años agoAy q meyo
José-Luis González S.
3 años agoPues si Kuate. Abrazo
Elizabeth
3 años agoExcelente artículo José Luis graciasssss
José-Luis González S.
3 años agoGracias Elizabeth.
Rafael Ortega
3 años agoExelente como siempre don José Luis de gran aprendizaje le mando un abrazo
José-Luis González S.
3 años agoGracias Rafael
Gustavo E. Rodriguez B.
3 años agoCómo siempre disfruto mucho de tu artículo, conciso, ameno y de utilidad práctica. Un abrazo grande. GERB
José-Luis González S.
3 años agoMuchas gracias Gustavo. Saludos a Venezuela
Isela
3 años agoEn estos dos años he vivido todo lo que mencionas en tu texto, cómo dicen, la columna me representa. Gracias a la terapia aprendí a abrazar este proceso y a enfocarme más en todo lo positivo de este aprendizaje. Gracias, gracias, gracias por escribir sobre este tema. Abrazo!
Rocío Franco
3 años agoMuy cierto JL, debemos trabajar en nosotros para evitar la depresión. Saludos!!!
José-Luis González S.
3 años agoSaludos Rocío
José-Luis González S.
3 años agoGracias Rafael
Adriana Pérez
3 años agoFelicidades José Luis por tu artículo, describes de una forma clara y concisa una situación real de estos tiempos.