Historias cortas de Tokio 2020
Problemas en el Olimpo
Una de las peculiaridades que trajo la pandemia del COVID-19 es el hecho de que los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 se llevarán a cabo en 2021. El comité organizador pospuso el inicio de los juegos para este año, esperando que la situación sanitaria fuera mejor que en 2020. Sí bien la vacunación ha ayudado a retirar restricciones de viaje (clave para la realización de la justa olímpica), aún hay medidas de confinamiento en Japón. Esto se debe a que los contagios han aumentado y el gobierno ha decretado el estado de emergencia para la ciudad de Tokio. Esto los obligó a prohibir la asistencia de público en las sedes olímpicas. Este contratiempo se agrega al malestar de cierto sector de la población nipona por realizar los juegos en medio de la emergencia sanitaria. Arrepentimiento de patrocinadores y cambios en la dirección del comité organizador han hecho que estos turbulentos juegos olímpicos sean más costosos de lo que se tenía previsto y las ganancias sean mucho menores.
En busca de un nuevo campeonato olímpico
México envió a Tokio un seleccionado olímpico de fútbol para emular la hazaña conseguida en los Juegos Olímpicos de 2012, dónde consiguieron una medalla de oro. La tarea no es sencilla, el sorteo colocó a México en el mismo grupo que la selección campeona del mundo, Francia, quien está capitaneada por la estrella de la liga MX, André-Pierre Gignac. Además del equipo japonés, quienes son locales y cuentan con una de las jóvenes estrellas del mundo del futbol, Kubo.
Por otro lado, la convocatoria de jugadores capaces de afrontar esta prueba ha sido problemática. Debido al saturado calendario del futbol profesional, el torneo olímpico se juega al mismo tiempo que la “Copa Oro”, al que la Federación Mexicana de Futbol (FMF) da prioridad por temas económicos. Debido a esto, los mejores jugadores del país están convocados para enfrentar dicha competición. Para complicar más las cosas, aquellos jugadores que compiten en equipos de Europa no recibieron permiso de sus clubes para estar en juegos olímpicos.
Al momento de escribir este texto, México ganó su partido contra Francia y perdió contra el anfitrión Japón. México tiene ventaja sobre Francia por cuestiones de diferencia de goles, pero necesita ganar su partido contra Sudáfrica para asegurar su pase a la siguiente ronda y continuar con la búsqueda del oro olímpico.
¿Pesadilla para el “dream team”?
Diecisiete años es el tiempo que duró el invicto olímpico de la selección masculina de Estados Unidos de basquetbol. Debemos recordar los Juegos olímpicos de Atenas 2004 para encontrar una derrota reciente del equipo americano. De manera que la derrota que sufrieron frente a la selección de Francia de baloncesto ha sido sorpresiva.
Estados Unidos está acostumbrado a dominar el medallero olímpico y uno de sus baluartes ha sido el básquetbol. Desde los juegos olímpicos de Barcelona en 1992, se adoptó la costumbre de llamar a las estrellas de la National Basketball League (NBA), la liga profesional más importante del mundo en este deporte, a integrar la selección americana. Esto los ha llevado a un dominio del torneo olímpico con pocos sobresaltos, repartiendo palizas a cuánto equipo se le pusiera enfrente. Para esta edición de los Juegos Olímpicos, se mantuvo la tradición de armar el “USA team” con importantes jugadores de la NBA. Sin embargo, las cosas no han salido como se esperaba.
En sus partidos de preparación, fueron sorprendidos con un par de derrotas y el funcionamiento del equipo ha dejado mucho que desear. El histórico coach Gregg Popovich, quién está al frente de este seleccionado, ha explicado que las derrotas se deben a un aumento del nivel entre los rivales olímpicos, quienes también tienen a estrellas de la NBA jugando para ellos. Sin embargo, estas explicaciones no satisfacen a los fanáticos que siempre guardan las más altas expectativas para el equipo americano de baloncesto. Se espera que califiquen a la fase final del torneo, pero deberán elevar su juego para aspirar a una medalla. Quedar fuera del podio sería una catástrofe para estos jugadores.
Renovación generacional
Desde 2004, serán estos los primeros juegos olímpicos en los que no participarán Usain Bolt, quién ostenta el récord de velocidad de los 100 metros planos, y el nadador Michael Phelps, el máximo ganador de medallas en la historia de los Juegos olímpicos. Sí sumamos a ellos el retiro por lesión de la gimnasta Simone Biles, observamos un cambio de guardia en la edición de Tokio 2020. Las viejas estrellas olímpicas están dando paso a que nuevas generaciones tomen el protagonismo de los juegos olímpicos. La estafeta se ha entregado y solo nos queda observar las nuevas historias y hazañas de esta camada de deportistas. En el caso de México ocurre algo similar. Este año no participan en los juegos atletas tan reconocidas como Paola Espinosa y María del Rosario Espinoza, quienes han sido medallistas en las disciplinas de clavados y taekwondo respectivamente. Aún queda una gran parte de los Juegos Olímpicos y se puede guardar esperanzas de que los representantes de este año que continúan en competencia puedan alcanzar la gloria olímpica. Como aficionados no queda más que apoyarlos y celebrar sus logros.