Verano de drama en el futbol internacional
En este mes, inician dos de las competencias más importantes del futbol internacional: la Eurocopa 2020, pospuesta desde el año pasado por la pandemia de covid-19 y la Copa América 2021. El contexto en el que arrancan estos torneos es de incertidumbre por la situación sanitaria global y la sacudida por los últimos acontecimientos que se han desarrollado en las altas esferas del futbol mundial.
Empecemos repasando la Eurocopa, competencia que debía desarrollarse el año pasado pero que debió posponerse por la pandemia de Covid-19. Para ser reprogramada a este año, se adoptaron medidas insólitas: En primer lugar, este torneo de 24 equipos se jugará en sedes de 12 países a lo largo del continente y los estadios contaran con aforo reducido para mantener las medidas de sana distancia en la medida de lo posible.
Europa es el continente más fuerte en lo que a futbol se refiere, por lo que la expectativa de los aficionados siempre es muy alta. De entrada la selección campeona del mundo, Francia, es la favorita para ganar esta copa, y para lograrlo, viene con un refuerzo de lujo: Karim Benzemá, uno de los mejores goleadores del mundo regresa a la escuadra gala después de siete años de ausencia. La expectativa de verlo en acción junto a la joven estrella Kylian Mbappé es enorme, ya que en el papel, el ataque de Francia pinta como el mejor del mundo en cuanto a futbol de selecciones se refiere.
Existen otras historias interesantes a seguir. Está el caso de España, cuya lista de jugadores causó mucho revuelo al no convocar a ningún jugador del Real Madrid, dejando fuera incluso al que fue capitán del seleccionado por varios años, Sergio Ramos. El reto del entrenador Luis Enrique es devolver a España a la cima de Europa con un equipo que busca asentarse después de varios años turbulentos.
Este torneo también es especial para una de las selecciones que siempre es favorita: Alemania. La Eurocopa marcará el fin de ciclo del técnico Joachim Low, quien los llevó al campeonato del mundo en el año 2014. Sin embargo, un decepcionante mundial en 2018 y malos resultados en los partidos subsecuentes han precipitado la salida del estratega alemán. El equipo teutón buscará darle una buena despedida a su entrenador, además de llenarle el ojo al próximo técnico. El nuevo proceso arrancará con las clasificaciones a la copa del mundo de Qatar 2022. No será fácil, ya que comparten grupo con Francia. Sin duda Alemania se juega algo más que el orgullo deportivo.
Existen otros equipos que también son candidatos para ganar esta competencia. Bélgica lleva varios torneos internacionales dando buenos resultados, pero se han quedado cortos al momento de llevarse el campeonato. Inglaterra dio un gran papel en el mundial de Rusia 2018 y esta vez tratará de pasar de promesa a realidad con su nueva generación de talentosos jugadores. Además están impulsados por una gran temporada de los clubes ingleses en competencias europeas. Croacia en calidad de subcampeón del mundo buscará mantenerse dentro de la elite europea. Polonia y Suecia tienen escuadras sólidas que pueden complicar a los equipos favoritos e incluso dar la sorpresa. Y además está Portugal, el campeón reinante de Europa que viene con un perfil discreto y con un Cristiano Ronaldo en el ocaso de su carrera. Aun así, es un equipo con un gran potencial que no debe ser subestimado, su estilo de juego es muy efectivo y cuentan con la experiencia para llegar a las instancias finales. Sin duda la Eurocopa de naciones será uno de los eventos deportivos del año.
Hay que destacar que el ambiente en el futbol europeo está enrarecido. La patada inicial se dará a pocas semanas del anuncio de la creación de la “Superliga” de clubes europeos que ha dividido a los líderes del futbol mundial. Este proyecto que se considera “separatista” por la UEFA (Unión Europea de Futbol Asociación), es apoyado por tres de los principales clubes europeos: Real Madrid, Barcelona y Juventus. La FIFA (Federación Internacional de Futbol Asociación) contratacó con la propuesta de organizar copas mundiales cada dos años, una medida que sin duda irrita a los dirigentes de clubes al saturar aún más el atestado calendario futbolístico. El estira y afloja en las altas esferas del futbol europeo está lejos de terminar y esta Eurocopa puede servir como silbatazo inicial para las hostilidades de cara al mundial del 2022 en Qatar.
Si hablamos de problemáticas, la Copa América no se queda atrás. La organización del torneo sudamericano ha sido muy complicada. La pandemia está lejos de ser controlada en Latinoamérica y eso ha afectado la organización del torneo. La situación sanitaria ha complicado la elección de las sedes hasta estos últimos días previos al inicio de la competición. Originalmente los organizadores eran Argentina y Colombia. Debido a la situación política del país cafetalero, Colombia perdió la sede de la copa. Y mientras escribo estas líneas, se anunció que el torneo tampoco será en Argentina debido a que la crisis sanitaria en esa nación empeora cada vez más. ¿Cuál es la solución de la CONMEBOL (Confederación Sudamericana de Futbol)? Llevar la competición a Brasil, el país latinoamericano más castigado por el COVID-19. La situación es caótica y evoluciona minuto a minuto
Con respecto al juego, estamos hablando de una nueva oportunidad para que Lionel Messi salde la gran deuda de su carrera: ganar un trofeo con la selección argentina. En esta ocasión está respaldado por una nueva generación de futbolistas muy talentosos. Sin embargo tiene la eterna amenaza de Brasil, que también cuenta con un gran equipo y con jugadores muy experimentados en situaciones de gran presión. Hay que destacar que Brasil siempre ha ganado este torneo cuando juega de local. Tampoco hay que dejar de lado a equipos como Perú que dejaron buenas sensaciones en el mundial pasado y selecciones siempre peligrosas como Colombia, Chile y Uruguay.
En este verano futbolístico a nivel mundial se avistan nubarrones que podrían transformarse en tormenta. De cualquier forma se pronostica una buena cantidad de drama, dentro y fuera del terreno de juego. Atentos a lo que se viene.