Cerebros obesos en cuerpos sanos…por favor
¿Han notado que cada vez hay más modelos de talla grande en los sitios de compras modelando ropa? – ¡¡Yo, Sí!! ¿Me inquieta ver a estas mujeres de tallas grandes modelando ropa? – No.
A veces siento un poco de celos de estas mujeres con curvas generosas. Por favor quiten la cara de ¿¿¡¡¡QUEEEEEE??!!!. Sí, yo toda flaquita y “atlética” siento envida de la verde, especialmente cuando se trata de comprar faldas. Mi carencia de curvas me limita a usar faldas rectas o con línea A. Mismas que tengo que mandar ajustar para que le quiten “las aletas” que tiene a la altura de la cadera. ¡¡¡ Porque solo tengo la cadera anatómicamente necesaria!!
Nada de faldas con volados o circulares, porque parece que me puse una cortina. Exactamente así me veo como ventana recta con una hermosa caída de la tela… Claro que no todo es malo, me quedan super lindos los vestidos de punto, o los que son pegaditos o con un escote hasta el ombligo. No batallo con los sacos, todos me cierran porque no hay volumen que lo impida.
Dejemos mis traumas corporales de lado y volvamos a las modelos grandes. Están de “moda” por la campaña de “body positive” que está tomando cada vez más fuerza en las redes sociales. Lo cual me parece fabuloso.
Sin embargo, mientras el positivismo de la imagen corporal y la diversidad se extienden por las redes también crecen al mismo ritmo las teorías conspiratorias, las campañas de desinformación y los haters. -Ah, como me chocan los Haters con sus comentarios llenos de veneno.
Cuando algún famoso sale en una foto con barriga o una famosa sale sin maquillaje al mundo, hay quienes hacen comentarios totalmente fuera de tono. En una era donde los retoques fotográficos son más fáciles que nunca, el aparecer en unas fotos sin retoques parece ser el peor pecado que pueden cometer estas personas.
A mi en lo personal me parece escandaloso que una cantante tenga que subir un video mandando a la mierda a los haters solo porque un día salió a correr sin toda la producción que lleva en una aparición de trabajo. Como bien dijo ella: “tengo un cuerpo sano que me sirve para hacer lo que hago. Soy una mujer con un cuerpo real con curvas, celulitis y grasa. Yo solo estaba existiendo”.
Por situaciones como estas apoyo el “body positive”. Me gusta esta campaña porque la mejor parte de ser humanos es que todos somos diferentes y venimos en contendores; cuerpos, de todas las formas, colores y cada uno con características únicas e irrepetibles. -Excepto los gemelos, pero esa es una conversación para otro día.
Ahora es innegable que, con los avances de la ciencia y una buena lana, podemos modificar los detalles que no nos gustan, como la forma de la nariz, eliminar los gorditos de los brazos, aumentarnos o reducir el busto, pero hay otros cambios que son imposibles y ningún médico con ética los va a llevar a cabo.
-Siendo realistas por más que yo admire y quiera parecerme a Beyonce por mi genética ni con mil operaciones voy a conseguir unas piernas como las de ella en la vida real.
Aunque, voy a confesarles que, en un momento de ocio porque fue eso ocio. Una vez me aumente el grosor de las piernas con Photoshop. La imagen resultante no era nada halagadora, parecía un alíen con piernas como de rana. Mi experimento definitivamente me dejo claro que hay características que ni con edición son posibles.
Y aunque estoy a favor de la campaña hay una parte que me preocupa de esta nueva forma de comercializar la imagen y la moda. Me preocupa que lleguemos al objetivo opuesto.
Mucho se ha dicho que los problemas de imagen corporal y demás desórdenes alimenticios son culpa de las modelos extremadamente delgadas. La misma teoría se ha aplicado con respecto del porno y cito: “Los jóvenes creen que sus cuerpos y genitales deben ser como los de los actores porno”.
Realmente me preocupa es que se normalice la obesidad. -Ojo aquí yo no estoy diciendo que las modelos son obesas. Según el diccionario, la obesidad se define como un estado patológico que se caracteriza por un exceso de peso o una acumulación excesiva y general de grasa en el cuerpo.
Ciertamente son mujeres de talla grande, pero hay muchas personas de talla grande que son perfectamente saludables, es decir sus parámetros clínicos son los normales. He visto mujeres con curvas espectaculares y caras de ángel cuya glucosa es absolutamente normal, no tiene elevado el colesterol y están muy lejos de tener un hígado graso. Lo mismo he visto en hombres. Es más no vamos tan lejos los defensivos de la NFL son gigantes en todas direcciones y se alimenta como si no hubiera mañana, pero están clínicamente sanos.
– Pero la salud clínica, igual que la bonita letra y las buenas intenciones no se ven en las fotos.
Lo que estás viendo en la pantalla es una mujer con curva grandes y no va a faltar la que le de por comer como loca para verse como la modelo o para ser una modelo talla grande o utilice la campaña para justificar su obesidad.
Siendo realistas, el ser obeso es tan malo para la salud como dejar de comer para estar flaca.
Mi punto es que de igual que hoy en día se les pide a las modelos flacas un índice de masa corporal mínimo para desfilar en las pasarelas, se les debe pedir pruebas clínicas a las modelos de talla grande para asegurar que están sanas. Lo correcto seria que TODOS los modelos fueran clínicamente sanos y que todos los países obligaran a los sitios a indicar cuando hay un retoque fotográfico.
Además, tengo que señalar lo obvio. Aun con las leyendas respectivas no podemos dejar toda la responsabilidad a las marcas. Después de todo NO es responsabilidad de las marcas educar a nuestros hijos.
Yo entiendo lo importante que es la imagen que proyectamos al mundo y lo bien que se siente cuando el espejo te devuelve un piropo de lo bien que te vez. Por otro lado, los colores, las prendas, los zapatos y hasta el corte de cabello que usamos son una expresión de nuestra personalidad y porque no, de nuestro estado de ánimo.
En mi opinión, lo que nos toca es nutrir; – es más, tenemos que engordar, los cerebros de los jóvenes. Tenemos que despertar en ellos la curiosidad por lo que pasa en el mundo y por el mundo mismo. Tenemos la obligación no solo de darles una formación básica en todos los ámbitos de la vida sino también de formar sus cerebros.
Hay que hablarles de biología, sexualidad, anatomía, geografía, arte, literatura, ciencias, historia, etc. Así tendrán el criterio para que puedan entender que los estándares de belleza han variado a lo largo de la historia y que estos varían entre las diferentes culturas/ regiones del planeta. Con la ventaja de que no estarán tratando de ser solo imagen sino también ser contenido.
Tenemos que educarlos e informarles que hay una producción atrás de una foto perfecta. Que los modelos son la excepción, no la regla de la figura humana. Parece broma, pero con tanto filtro para las fotografías no estoy segura de que los chiquillos estén enterados que existe una “normalidad” que está lejos de la apariencia perfecta.
Deben tener claro que no importa la forma de sus cuerpos si los cuerpos son sanos y les sirven para perseguir su propósito en la vida. Los chicos necesitan que alimentemos sus cerebros con información útil que les ayude a aprender a diferenciar entre realidad y ficción.
La ficción está bien para pasar el rato, una buena novela, una revista de moda o un show con coreografías imposibles, también son cultura. Me parece perfecto que para el show los artistas parezcan muñecos, después de todo verse “perfectos” para el show es parte de su trabajo. Pero de allí a pensar que se van a la cama viéndose así es un absurdo. ¡¡Son humanos!!
Un ejemplo reciente entre fantasía y realidad son los desfiles de lencería. Un desfile de lencería de Victoria’s Secret no tiene nada que ver con el desfile de Savage X Fenty de Riahna.
Victoria vende una fantasía en los desfiles. Estas rencarnaciones de Elena de Troya (porque así me la imagino; bueno tal vez con más curvas) desfilan con alas y falditas de colegialas, haciendo alusión a las fantasías de muchos y por ello sus desfiles han sido duramente criticados. Sin embargo, es de las pocas marcas donde en sus tiendas puedes encontrar chones y brasieres; copas de la A a la Z, en todas las tallas. Hay para todos los gustos, tamaños, tipos de cuerpo y para toda ocasión.
Mientras que Savage X Fenty es un desfile con un concepto inclusivo y body positive. Con una producción extraordinaria que definitivamente no tiene nada que ver con los otros desfiles de moda donde todas las modelos parecen hijas de Barbie.
-Si no lo han visto corran a verlo. Las coreografías son espectaculares; la ropa no me fascino, pero el trabajo de los bailarines me dejo con el ojo cuadrado. Además, sale Cindy Crawford, en el camisón más sencillo, pero caminando como solo ella sabe. Lo más interesante de este desfile son los modelos de todos los tamaños y colores.
Volviendo al punto, la parte que más disfrute del show es cuando los modelos caminan en el helipuerto. ¡Qué pasos tan firmes, que seguridad al caminar! Todos los modelos se ven espectaculares, pero no por la ropa que llevan, sino por la actitud. Ese caminar lleno de seguridad es impresionante. Sus pasos dicen: “El mundo es una ostra, pero es MI ostra”
Las tallas son relativas y viene de la mano de la genética. Las apariencias se pueden mejorar vamos tenemos un montón de opciones de productos de belleza y procedimientos cosméticos. Sin embargo, la actitud lo es todo.
Una persona segura de si misma, es hermosa no importa si parece “Barbie” o “Monster High” y si además te puede platicar de temas interesantes para ellos, de los libros que ha leído, de las películas que ha visto, los lugares que han visitado ¡no bueno! – Una persona así no la olvidas.
Lo que me recuerda una frase que leí por allí, creo que, de mi viejito favorito de todos los tiempos, el Sr. Mario Bendetti. Según me acuerdo dice “que la suma de algunas imperfecciones puede crear algo más interesante que la belleza”
Por eso engordemos los cerebros de los chicos, no solo con información sino también con curiosidad, con capacidad de análisis y enseñémosles a tener una voz propia. Creémosles, “Gula Cerebral”; como dice mi amigo Oscar, para que sigan aprendiendo y no se conformen en la vida. Eduquemos humanos con contenido.
Solo así vamos a evitar que las dismorfias entre los jóvenes, las teorías conspiratorias y las campañas de odio. El creer que tienes que verte o aspirar a verte como o ser como, está bien cuando somos adolescentes, pero allí es donde tenemos la obligación de aterrizar a los chamacos.
Ya dejemos de culpar a la tele y al internet, por el vacío cerebral y la fragilidad de las nuevas generaciones. Asumamos la responsabilidad que nos toca de educarlos.